La opinión pública de Dubrovnik está nuevamente alterada después de la última recomendación de Vodovod Dubrovnik en la que se aconseja a los residentes de Vrbica, Štikovica y tanto de Pequeño como de Gran Zaton evitar el uso del agua debido a un desagradable olor presente. El problema, que lleva ya dos semanas, plantea numerosas preguntas sobre la calidad de la gestión del sistema de suministro de agua, así como sobre la transparencia de las operaciones de esta importante empresa municipal. Aunque los resultados de los análisis microbiológicos mostraron que el agua cumple con los estándares requeridos, se ha recomendado a los residentes que no la utilicen para cocinar, ducharse o para cualquier otro uso personal. Esta situación ha generado dudas e insatisfacción entre la población.

Se buscan respuestas y medidas concretas

La diputada y candidata a alcaldesa de Dubrovnik, Viktorija Knežević, criticó públicamente la forma en que Vodovod Dubrovnik está gestionando este problema. Señaló el retraso en proporcionar información y el hecho de que los ciudadanos quedaron sin instrucciones concretas dos días después de que comenzara el problema. «Los ciudadanos tienen derecho a saber lo que está pasando. Cuando el problema apareció por primera vez, Vodovod no reaccionó a tiempo, y ni siquiera hoy tenemos respuestas claras. ¿Por qué los resultados de los análisis no están disponibles y qué están haciendo concretamente para resolver este problema?» – preguntó Knežević.

Según sus palabras, la situación requiere una investigación urgente y detallada para determinar si existe alguna contaminación no detectada en el sistema que pueda poner en peligro la salud de los residentes. Hizo especial hincapié en la importancia de contratar expertos independientes para analizar el agua y los procedimientos que sigue Vodovod Dubrovnik. «Si el agua es microbiológicamente correcta, el olor desagradable puede indicar una contaminación química. Los ciudadanos merecen total transparencia y explicaciones sobre cada paso que Vodovod está tomando,» agregó.

Preguntas sin respuesta

Knežević destacó que este enfoque solo socava aún más la confianza de los ciudadanos en los servicios públicos. En su declaración, advirtió sobre la posibilidad de que un muestreo o análisis inadecuados lleven a conclusiones erróneas sobre la calidad del agua. «Si el agua no puede ser utilizada, pero los análisis muestran que es correcta, algo está mal. O las muestras no se tomaron correctamente, o los análisis mismos no son lo suficientemente precisos,» subrayó.

Además, considera que este incidente pone de manifiesto problemas crónicos en el sistema de gestión del suministro de agua que han sido descuidados durante años. «No es la primera vez que Dubrovnik enfrenta un problema de calidad del agua. Las lluvias regularmente provocan turbidez, pero la situación en la que el agua no se puede usar para necesidades básicas, sin saber por qué, es inaceptable,» dijo Knežević.

Reforma del sistema necesaria

Este evento ha vuelto a plantear la cuestión de la calidad y sostenibilidad del sistema de suministro de agua en Dubrovnik. Los expertos advierten sobre la necesidad de modernizar la infraestructura y mejorar la planificación para situaciones de emergencia. Knežević cree que ha llegado el momento de realizar cambios sistémicos que aseguren una mayor responsabilidad hacia los ciudadanos. «Vodovod Dubrovnik y la ciudad de Dubrovnik deben tomar medidas decisivas para garantizar que situaciones como estas no se repitan. Esto incluye invertir en mejores sistemas de monitoreo, comunicación oportuna y asegurarse de que los ciudadanos siempre tengan acceso a agua segura y de calidad,» concluyó.

Mientras los ciudadanos de Dubrovnik esperan respuestas concretas y soluciones, queda abierta la pregunta de cuánto tiempo durará esta crisis de confianza en un sistema que debería servir a sus necesidades fundamentales.